viernes, 15 de julio de 2011

Museos y Estado

Museo El Louvre. París

Museos y Estado

Museo Guggenheim de Bilbao

Los museos desde hace siglos han formado parte de las instituciones de las ciudades y tienen una gran importancia porque son fuentes de trabajos para mucha personas y grandes fuentes de ingresos, ya que se convierten en sitios que hay que visitar. Espacios para el arte y lo sensible. Hay museos como el Louvre, en Paris que atrae miles de personas, el MOMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York), o el museo Guggenheim, en la misma ciudad.

Decir museos, es hablar de un lugar a donde uno va a ver exposiciones temporales y permanentes, individuales o colectivas. Lugar donde el visitante puede comprar libros, afiches de la obra del pintor preferido, lápices, vídeos, adornos con las imágenes de los cuadros, franelas y otros objetos diseñados artísticamente. Un Estado debe de ocuparse por proteger y apoyar estas instituciones. En Francia, y otros países, hay subvenciones del Estado, como también, las empresas financian grandes exposiciones y ayudan a los artistas para el montaje de las exposiciones. Aquí, en Venezuela, los museos fueron una gran referencia de profesionalismo, actualmente, están en crisis y no hay interesantes programas de exposiciones.

Desde hace ya varios siglos los museos se convierten en un lugar donde se exhiben cuadros y esculturas u objetos relacionados con la historia de una ciudad o civilización o la creatividad de un artista. El museo es un lugar donde especialistas, como lo son: críticos, curadores, restauradores, guías de salas, departamentos y talleres para los niños, salas de conferencias, y para los intercambios. Espacios para alimentar el espíritu. En los últimos años los museos se han convertidos en una gran industria cultural y tratan de abrir otros espacios, el Museo le Louvre se orienta a tener “sucursales” en otras ciudades; el Museo Beaubourg, abrió otro, en la ciudad de Metz, Francia, y el Guggenheim de Nueva York, en Bilbao, España. Helsinki está interesado en abrir un Museo Guggenheim, así, como en otros países.

El “fenómeno Bilbao”, ha producido grandes cambios en la ciudad a partir de la construcción de este museo. Cuentan que en Bilbao las cosas no estaban muy bien y con la construcción de este nuevo espacio cultural, todo cambió. Diseñado por el arquitecto americano Frank Gehry, y utilizando formas que recuerdan a un barco y construido en titanio, le dio un viraje a la ciudad. El turismo se ha desarrollado y es uno de los museos más visitados. Es un lugar de vanguardia y es como una “sucursal” del Museo Guggenheim de Nueva York.

Hoy por hoy, los Estados han comprendido que los ciudadanos necesitan estos espacios de esparcimientos, donde lo cultural se mezcla con lo estético, lo espiritual y lo economico. Hoy, el hombre cada día necesita de estos espacios para alejarse de lo estresante de la vida moderna para reencontrarse con los gestos, el color, las formas, o las texturas, la palabra y las notas musicales, o bien, con conceptos nuevos o con creadores que realizan sus creaciones con vídeos u otras herramientas y donde la libertad creativa es lo principal, sin ningún carácter político o de propaganda.

Cuando vamos a París,o Nueva York, visitamos los museos y galerías, o Australia, país moderno, vamos al Teatro de la Ópera de Sydney; visitar las Pirámides de Egipto, o Machu Pichu, en el Perú; si no acercamos a México queremos ver el arte precolombino o las cerámicas y joyas de estas grandes civilizaciones; admiramos las construcciones de Los Mayas, el Museo del Oro, en Colombia. Buscamos el arte, en la arquitectura del gótico, como Notre Dame, en Paris; en el Museo de los impresionistas, o el Museo de Uffichi, en Florencia, la Capilla Sixtina, en Roma, o si nos acercamos a Atenas, visitamos El Partenón. Estas instituciones forman parte del patrimonio cultural de la humanidad, son visitados por miles de turistas del mundo entero. Hace años, los pintores futuristas ligados al fascismo, en sus manifiestos, querían destruir los museos, o en la desaparecida, Unión Soviética, el arte moderno y sus artistas fueron encarcelados, lo mismo cuando el Nazismo, los artistas de vanguardia fueron perseguidos y sus obras de artes destruidas. Estos regímenes querían imponer una manera de “hacer” el arte.

Si es necesario los hospitales y escuelas, es necesario, también, los museos, los ateneos , las casas de cultura y bibliotecas, ojala, en cada barrio exista un ateneo, una casa de la cultura o museo para que así nos reencontremos con la poesía, la literatura, la pintura , la música y el arte en general, sea popular, ingenuo, folklórico o de vanguardia… acercándonos al arte, encontraremos lo sagrado y lo espiritual que hay en cada uno de nosotros, porque reencontrarse con el arte es vivir un encuentro con la sensibilidad y la libertad del humano, es por eso que toda sociedad no puede vivir sin el arte y sin libertad.