jueves, 8 de septiembre de 2011

Músicos y pintores

Músicos y pintores

El barrio latino, en París, es un lugar donde se dan cita los extranjeros residentes y turistas, en especial, artistas suramericanos. Por años, los latinoamericanos, se han agrupado para tocar en los sitios nocturnos. Los primeros pintores en dar a conocer la música venezolana fueron Narciso Debourg y el maestro Jesús Rafael Soto.

Las canciones: Sancocho de huesito, Amalia, Amalia, Rosa, se oían en los centros nocturnos como en la Scala o El rancho guaraní, actualmente estos espacios para la música de la América del sur han cerrado. Los cafés El Mónaco y El Dantón eran el sitio donde se reunían para tomar café y, así, hablar de las nuevas canciones y del desarrollo de sus obras plásticas y literarias, asimismo, de política, de amores y de cambios sociales. Desde la década de los 50, fue el modus vivendi de muchos artistas, que con el charango, las maracas, el arpa, el cuatro, la guitarra, el bombo y otros instrumentos latinoamericanos, que se mezclaban en alegres ritmos y en las cuales, una chacarera, un vals peruano y un tango se juntaban con el zumba que zumba o un seis por derecho, o el ritmo de una cumbia o de un ballenato con un golpe tocuyano. Todos esos ritmos se unían en perfecta simbiosis y armonía. Eran una referencia de América del Sur…

En la década de los 60, otro grupo de artistas venezolanos vinieron a enriquecer este ambiente, entre ellos, se encontraba el pintor César Andrade, que muy rápido se integró con los amigos Gabriel Castillo, Policarpio Contreras, Carlos Guerra y el indio Guacaran para tocar en los sitios nocturnos, algunos, se llegaron a presentar en los grandes teatros de espectáculos como lo es: La Olimpia; grabaron discos y cada día eran más conocidos…

Hace ya muchos años de esta historia que les voy a contar. Un día entre arepas y pabellón, y con los maestros Carlos Cruz Diez, Jesús Rafael Soto y un grupo de artistas venezolanos, comenzaron a tocar y me dijeron que tocara las marcas y, así participé en una tarde de verano donde los ritmos se unieron entre sabores y cantos y planes para hacer una exposición en Venezuela…! Fue una gran parranda ¡

Un día, voy a dar una vuelta por el café El Dantón y me encuentro con César Andrade y me dice: “Quiero que me acompañen Servideo y tú, a dar un concierto en un pueblo a las afueras de París. Servideo tocará el cuatro, tú vas a tocar las maracas, yo también tocaré el cuatro y cantaré” Le contesté: No soy músico, - él me respondió: “Tú tocas las maracas, muy bien”. Total, acepté… llegó el día que había que tomar el tren y nos fuimos a la gran aventura musical...el ruido de las ruedas del tren sobre los rieles se mezclaban con mis ritmos musicales imaginarios de mi Venezuela querida.

Por el camino, iba preocupado, de todas maneras, pensaba que sería una cosa sencilla. Andrade me comentó que el grupo se llamaba:” Los Molineros”; el nombre tomado de una pieza de su propia inspiración.

Después de un tiempo de viaje, llegamos al pueblo de Charenton, y cual no fue mi sorpresa, que al salir de la estación del tren, por dondequiera habían grandes pancartas que decían: Presentación del grupo musical “Los Molineros”, música de Venezuela. Al momento, pensé regresarme y no era algo tan familiar y sencillo, como lo había imaginado, era en el teatro de la ciudad. Llegamos, nos preparamos y se abrió el telón del teatro. Estaba repleto de personas y comenzamos con El cachicamo y otros golpes, como también, joropos y merengues.

El público aplaudía, ya el miedo y la timidez no estaban presentes. A Servideo se le deslizaba el cuatro y no podía sostenerlo, era la primera vez que él tocaba parado, le buscaron una silla y, así resolvió el problema. Al regreso, en el tren veníamos contentos con algo de dinero y del espectáculo que habíamos realizado…De vez en cuando, tocábamos en nuestros talleres y nos reuníamos con los amigos… el tiempo fue pasando, me fui a Londres tres años y, después regresé a París.

Y un domingo de verano salgo a pasear con mi cuatro y voy a visitar a un matrimonio de amigos venezolanos. Vivían en un modesto hotel; pero ese día no estaban, y me senté en el café a esperarlos. Comencé a tocar el cuatro con timidez y recato. De repente el dueño del café trae un platico donde regularmente se dejan las propinas a los mesoneros y me coloca algunos francos. Seguí esperando a mis amigos, asimismo, el público que iba llegando colocaba más monedas. Al llegar mis amigos, les dije: búsquense las maracas y vamos a tocar; se convirtió en una gran fiesta y cada vez las monedas seguían aumentando. Era un cafetín de árabes. Una gran alegría invadía el lugar, todos bailaban y uno de ellos se nos acerca y nos invita:” Vamos a otro café- restaurante y allá se ganarán la comida con la música”.

Llegamos y, al compás de golpes y merengues pusimos a bailar a todo el mundo; ya nuestros bolsillos estaban lleno de francos y contentos de haber comido cuscus… salimos tarde en la noche… y me fui a dormir a un pequeño parque con mi cuatro como compañero. Al otro día, cuando me despertó el sol, fui a comerme un par de croisantes y un gran café con leche…Algunas veces, tocábamos en los cafés y pasábamos mi cachucha para obtener algunos francos que el público nos daba gentilmente…

Una noche con gran nostalgia por Venezuela …me senté en la acera, mientras esperaba a una amiga. Cerré los ojos y comencé a tocar golpes y más golpes y no abría los ojos, al final, cansado, dejé de tocar y cual no fue mi sorpresa, en ese lugar había una residencia de mujeres y fueron llegando silenciosamente, no me había dado cuenta, los plausos me hicieron abrir los ojos y…, me fui de paseo con mi amiga.

Los años han pasado, a veces, en mi soledad, en mi soliloquio trato de recordar esas canciones, afino el cuatro con “cam-bur- pin-tón”… lo charrasqueo, no me suena igual y trato de tocar un golpe tocuyano, pero no es la atmósfera de esos años, donde mi nostalgia me hacía cantar y tocar, y el deseo de conseguir algo de dinero me hacia tocar el cuatro. Los años han transcurridos; hoy, recuerdo todas esas cosas bellas, como una vez que creí que le gustaba a una chica y ella me dijo: “Lo que me gusta de ti es como tocas las maracas”… y con el recuerdo de haber tocado en un teatro de Francia en compañía de Servideo López y César Andrade. Hoy, sólo son reminiscencia de que fueron momentos parisinos vividos intensamente…

jueves, 4 de agosto de 2011

Paraíso e infierno en Noruega

A Marcel Gleffe, dedico

Es el paraíso terrenal, es uno de los países más rico del mundo. Salarios iguales para mujeres y hombres. Tiene un sistema de bienestar social que es la envidia de muchos países. Las madres tienen 10 meses de permiso de maternidad con el sueldo completo. Con casi 5.000.000 de habitantes. País rico, pacifico, instruidos…, de una naturaleza de gran belleza y de lagos cristalinos que son espejos donde se reflejan las montañas. Lugar de nieve y de bajas temperaturas en invierno. País exportador de petróleo, como también, de madera, pescado y productos manufacturados. Es un país feliz. Es una nación con diseño propio, de una bella arquitectura. Los extranjeros, entre ellos, árabes y de otros países de confesión musulmana, son integrados al país.

Los noruegos son luteranos en su mayor parte de sus habitantes. Las pensiones son honorables. Son raras las huelgas, las manifestaciones y los paros, casi todo el mundo trabaja. La industria naviera, con un gran pasado de esas naves vikingas, las cuales, navegaron en altas mares y que conquistaron e invadieron muchas tierras. El navegante noruego Erik el Rojo, llegó hasta las tierras americanas. Los noruegos siempre han vivido en paz. Nunca pasaba nada malo; todo era bueno. En un país de diseños de bicicletas que te invita a recorrer sus campos, sus poblados; bicicletas que su modelo se ha expandido por otros países de Europa. Todo estaba bien, hasta aquí; Es un paraíso terrenal.

…de repente una bomba explota dejando a varias personas muertas y muchos heridos. Los noruegos están sorprendidos y no lo creen, a nosotros también nos puede suceder. Es un hecho, ¡el terrorismo ha llegado¡ Se piensa que es un grupo terrorista árabe. Pero estaban equivocados. Unas horas más tarde, en la Isla Utoya, un hombre vestido de policía, dispara sobre un grupo de personas que asistía a un campamento, en medio de un paisaje idílico rodeado de lagos .El “hombre” dispara con un fusil profesional, quiere eliminarlos a todos, unos corren; otros, caen por los impactos de las balas; otros, desesperados se tiran al agua, algunos, se esconden entre los árboles y los arbustos.

Una hora después, llega la policía y lo detiene. Es un noruego, de militancia extrema derecha, a quien no le gustan los musulmanes y tiene una islamofobia. Lo hacía, según él, para salvar a Europa, de lo que él considera una colonización musulmana. Éste personaje de 32 años llamado, Anders Behring Breivik es el autor del atentado explosivo en la ciudad de Oslo y, es quien ha disparado con una arma especial contra estos noruegos, causándole la muerte a más de 70 personas.

Ese día noruega deja de ser el paraíso terrenal, para pasar a ser el infierno; esas imágenes dantescas que han sorprendido al mundo y ha entristecido a la humanidad. “Quería exterminarlos a todos”, fueron sus frases.

Éste personaje extraño, fanático de los vídeos juegos, que con un fusil o una ametralladora virtual perseguía a personas virtuales, posiblemente, para lograr pasar a otro nivel dentro de las reglas del juego, o “entrenándose” para llegar a realizar su diabólico plan y convertirlo en realidad…un enfermo mental, alguien que no distingue lo virtual con la realidad, ese fanatismo de odio contra el extranjero, esa gran xenofobia lo llevó a masacrar a sus propios compatriotas. Pensando que ese paisaje era la pantalla de su computadora y que eran personajes en 3 D. así realizó su juego mortal, acabando con seres que estaban disfrutando entre amigos.

Quería destruir todo, esos pensamientos multiculturales que estaban presentes. Muchos extranjeros de los que hoy viven en Noruega habían escogido vivir en el paraíso terrenal, hoy, todo ha cambiado, ahora habrá que decir:” Había un país que era el paraíso terrenal”. En medio del dolor, con imágenes triste y desoladoras, en el desespero apareció alguien llamado: Marcel Gleffe, quien estaba en otra isla cercana, y, al oír los disparos pensó que no eran fuegos artificiales; subió al bote y fue hasta ese lugar, y muy valientemente, trató de sacar a los jóvenes que estaban en ese momento crítico.

Éste joven tomó los riesgos, fue un salvador y este texto se lo dedico, a su coraje, a su amor por el prójimo; porque en un lugar que ha sido llamado el Paraíso Terrenal, siempre queda un ángel para socorrer a los que están en peligro…recuerdo cuando hace 35 años atravesé éste bello país y desde la ventana del tren veía esos paisajes agradables y paradisiacos, era el Paraíso terrenal, país del norte que siempre he admirado y he soñado conocer… pero, Noruega seguirá siendo un país muy especial para vivir…

Esteban Castillo

viernes, 15 de julio de 2011

Museos y Estado

Museo El Louvre. París

Museos y Estado

Museo Guggenheim de Bilbao

Los museos desde hace siglos han formado parte de las instituciones de las ciudades y tienen una gran importancia porque son fuentes de trabajos para mucha personas y grandes fuentes de ingresos, ya que se convierten en sitios que hay que visitar. Espacios para el arte y lo sensible. Hay museos como el Louvre, en Paris que atrae miles de personas, el MOMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York), o el museo Guggenheim, en la misma ciudad.

Decir museos, es hablar de un lugar a donde uno va a ver exposiciones temporales y permanentes, individuales o colectivas. Lugar donde el visitante puede comprar libros, afiches de la obra del pintor preferido, lápices, vídeos, adornos con las imágenes de los cuadros, franelas y otros objetos diseñados artísticamente. Un Estado debe de ocuparse por proteger y apoyar estas instituciones. En Francia, y otros países, hay subvenciones del Estado, como también, las empresas financian grandes exposiciones y ayudan a los artistas para el montaje de las exposiciones. Aquí, en Venezuela, los museos fueron una gran referencia de profesionalismo, actualmente, están en crisis y no hay interesantes programas de exposiciones.

Desde hace ya varios siglos los museos se convierten en un lugar donde se exhiben cuadros y esculturas u objetos relacionados con la historia de una ciudad o civilización o la creatividad de un artista. El museo es un lugar donde especialistas, como lo son: críticos, curadores, restauradores, guías de salas, departamentos y talleres para los niños, salas de conferencias, y para los intercambios. Espacios para alimentar el espíritu. En los últimos años los museos se han convertidos en una gran industria cultural y tratan de abrir otros espacios, el Museo le Louvre se orienta a tener “sucursales” en otras ciudades; el Museo Beaubourg, abrió otro, en la ciudad de Metz, Francia, y el Guggenheim de Nueva York, en Bilbao, España. Helsinki está interesado en abrir un Museo Guggenheim, así, como en otros países.

El “fenómeno Bilbao”, ha producido grandes cambios en la ciudad a partir de la construcción de este museo. Cuentan que en Bilbao las cosas no estaban muy bien y con la construcción de este nuevo espacio cultural, todo cambió. Diseñado por el arquitecto americano Frank Gehry, y utilizando formas que recuerdan a un barco y construido en titanio, le dio un viraje a la ciudad. El turismo se ha desarrollado y es uno de los museos más visitados. Es un lugar de vanguardia y es como una “sucursal” del Museo Guggenheim de Nueva York.

Hoy por hoy, los Estados han comprendido que los ciudadanos necesitan estos espacios de esparcimientos, donde lo cultural se mezcla con lo estético, lo espiritual y lo economico. Hoy, el hombre cada día necesita de estos espacios para alejarse de lo estresante de la vida moderna para reencontrarse con los gestos, el color, las formas, o las texturas, la palabra y las notas musicales, o bien, con conceptos nuevos o con creadores que realizan sus creaciones con vídeos u otras herramientas y donde la libertad creativa es lo principal, sin ningún carácter político o de propaganda.

Cuando vamos a París,o Nueva York, visitamos los museos y galerías, o Australia, país moderno, vamos al Teatro de la Ópera de Sydney; visitar las Pirámides de Egipto, o Machu Pichu, en el Perú; si no acercamos a México queremos ver el arte precolombino o las cerámicas y joyas de estas grandes civilizaciones; admiramos las construcciones de Los Mayas, el Museo del Oro, en Colombia. Buscamos el arte, en la arquitectura del gótico, como Notre Dame, en Paris; en el Museo de los impresionistas, o el Museo de Uffichi, en Florencia, la Capilla Sixtina, en Roma, o si nos acercamos a Atenas, visitamos El Partenón. Estas instituciones forman parte del patrimonio cultural de la humanidad, son visitados por miles de turistas del mundo entero. Hace años, los pintores futuristas ligados al fascismo, en sus manifiestos, querían destruir los museos, o en la desaparecida, Unión Soviética, el arte moderno y sus artistas fueron encarcelados, lo mismo cuando el Nazismo, los artistas de vanguardia fueron perseguidos y sus obras de artes destruidas. Estos regímenes querían imponer una manera de “hacer” el arte.

Si es necesario los hospitales y escuelas, es necesario, también, los museos, los ateneos , las casas de cultura y bibliotecas, ojala, en cada barrio exista un ateneo, una casa de la cultura o museo para que así nos reencontremos con la poesía, la literatura, la pintura , la música y el arte en general, sea popular, ingenuo, folklórico o de vanguardia… acercándonos al arte, encontraremos lo sagrado y lo espiritual que hay en cada uno de nosotros, porque reencontrarse con el arte es vivir un encuentro con la sensibilidad y la libertad del humano, es por eso que toda sociedad no puede vivir sin el arte y sin libertad.