Blanco y negro
In memóriam al “cirujano clandestino” Hamilton Naki
Cuando hablamos de blanco y negro pensamos en colores; hablamos de luz y oscuridad y, regularmente, decimos: lo positivo, lo bueno, lo puro, lo luminoso: es el blanco, y, si es de oscuridad: de lo negativo, de lo malo, de la ausencia de luz, hablamos del negro. Pero esas codificaciones, o valores semánticos son válidos para los colores…sin embargo, depende de la cultura de los pueblos, por ejemplo: para nosotros el negro, representa la pérdida de un ser querido, por esas razones utilizamos el negro como luto, mientras que en algunos países orientales se usa el blanco…
No obstante, utilizamos esas simbologías para hablar de los colores de pieles de las personas: es blanco/a, es negro/a, es moreno/a... Son clasificaciones, que en la mayoría de los casos, no en todos, lleva una connotación racista, sobre todo, cuando remarcamos, despectivamente, el color oscuro o moreno de la piel de una persona.
Encontramos en la Biblia referencias a los orígenes de los grupos humanos, es decir, en los descendientes de Noe, como es: Cam que dio origen a los negros, los otros dos son: Sem que dio origen a los semitas, y Jafeh a los blancos.
Pero somos blancos, morenos, negros y toda esa gran gama de matices de colores de la piel, y de los colores de los ojos o el cabello, los cuales, forman toda la humanidad, y ese color es relativo a la cantidad de melanina que tengamos; pigmento de color negro que le da una gran variedad de coloraciones en la epidermis o en el cabello. Un escandinavo tendrá menos cantidad, y una persona de piel oscura tendrá mayor cantidad, pero, no les voy a comentar de piel, ni les voy a conversar de colores de cabellos ni les voy a decir cuantas capas de piel hay. Les voy a hablar de un “cirujano clandestino”.
Se dirán ustedes ¿Cómo es la historia? Así, como se las voy a narrar…
En el siglo pasado, para ser mas exacto, hace cuatro décadas, el 3 de Diciembre de 1967, el mundo celebró el éxito del primer transplante del corazón realizado por el Doctor Christiaan Barnard, (1922-2001) Sudafricano, quien en 1967 recibió todos los honores. La noticia conmovió al mundo. Operación realizada por el doctor de piel blanca, y se celebró como si él hubiese sido el único. Era el momento que reinaba el apartheid, en África del sur, y las personas de piel negra no tenían derechos humanos, no obstante, en esa operación participó un señor de piel negra llamado: Hamilton Naki, pero, no se podía decir, que una persona de color negro había participado en alguna actividad y, sobre todo en ésta, que estaba en un gran avance de la ciencia y a la vanguardia de la cirugía. Total Barnard, se dedicó a disfrutar, escribir libros científicos, novelas, y a complacerse de la fama. Mientras, que el Doctor Hamilton Naki, vivía en el anonimato.
Pasaron los años y al final el apartheid se termina y al fin, se habla del doctor Naki. Pero hablemos de este doctor sin quitarle mérito a Barnard.
Hamilton Naki empezó como jardinero de la Universidad de Cabo. Limpiaba las jaulas y participaba anestesiando y operando animales y en transplantes de órganos de los mismos. Fue gracias a su habilidad en sus manos que participó en esa histórica y difícil intervención quirúrgica. El doctor Hamilton Naki desarrolló las habilidades de cirujano en las intervenciones con los animales, llegando a tener un gran dominio con el bisturí.
Un accidente de automóvil sufrido en una chica blanca, quien llegó al hospital sin señales de vida cerebral, su corazón fue utilizado para transplantarlo a otro paciente de 52 años, en la cual, el doctor Naki tuvo una gran participación. Se ocupó del corazón antes de dárselo al doctor Barnard y colocarlo en el pecho del paciente y comenzará a latir.
Antes de morir el doctor Barnard, (2001) tuvo palabras de elogio: “técnicamente, él es mejor que yo” para quien participó en el éxito del primer transplante de corazón humano; épica operación que duro 48 horas.
Al final de su vida, se le reconocieron sus méritos de cirujano y recibió la orden Mapungubwe, (alta distinción en Sudáfrica) por su contribución a la ciencia. Durante casi cuatro décadas vivió en el anonimato con una pequeña pensión de jardinero… Murió en el 2007, a los 78 años. En otro orden de ideas, Nelson Mandela fue el primer presidente negro que llegó a presidente de la República de Sudáfrica (1994-1999).
Los humanos nos llenamos de envidias, de odios, de mezquindades, y en muchos casos, el virus del racismo, de la xenofobia, del antisemitismo, nos invade y contamina nuestros pensamientos, y negamos las contribuciones de seres que son diferentes por el país, la cultura, la religión, el color de la piel y nos olvidamos que los descubrimientos en la ciencia y en otras especialidades son avances en el saber de la humanidad y, no tienen país, ni religión ni mayor o menor cantidad de melanina, porque los aportes que hacen algunos es para beneficio de los demás integrantes, los cuales, formamos parte de todas las culturas, credos religiosos y colores de piel, de la más clara a la más oscura… y los nuevos conocimientos y aportes, eso es lo más trascendental y beneficioso para la humanidad, y ser blanco, negro o de otro color no tiene importancia…
Esteban Castillo
Estebancastil26@hotmail.com
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